En esta oportunidad es dirigida y puesta en
escena por Paco Ortega.
Estrenada el domingo 23 de Abril pasado, en el teatro Palacio El Victorial
(sito en la calle Piedras 728, de esa Ciudad); contando con el debut
actoral de la ya conocida figura Rocío del Cielo. Toda la producción
estuvo destinada teatro de apoyo a la enseñanza media, primaria
y preescolar.
El elenco estuvo formado por: Liz Ortega, Antonella Biscardi, Elena
de Latorre, Carlos Mendez, Hernan Rambaldi, Oscar Chiesa, Tamara Alonso
(actriz suplente).
La joven figura Rocío del Cielo, con tan sólo 21 años
deslumbra al público cuando entona coplas Españolas y
esta vez lo hizo actuando con su arte, con su don, que con estudio sabe
superarse ante nuevos desafíos.
Se la vio muy cómoda con el rol, expresiva, chispeante y con
la gracia característica y el ímpetu que todo artista
en desarrollo posee, ya que mediante actuación, cante, toque
de palillos y algo de baile colocó su sello en aquel teatro.
La obra cuenta la historia de un Zapatero y su esposa, quien era mucho
más joven.
Mientras pasaban los días, unos a otros con la misma cotidianeidad,
se describe la relación que entre ellos existía. Envueltos
en discusiones, chismes, vaivenes maritales, el Zapatero decide abandonar
a su Señora, dejándole todo lo demás.
Es aquí cuando culmina la primera parte de la obra, cuando la
Zapatera se entera que su marido la dejó y para siempre, según
las malas lenguas.
Lo que sigue se desarrolla en una Taberna Española, lugar donde
la Zapatera se
desenvuelve como dueña. Entre visitas de vecinos, incluido el
Alcalde; un buen día llega al pueblo un titiritero el cual provenía
de Filipinas, según su discurso. Dueño de una inmensa
cantidad de diversas historias, muy rico en experiencias.
Fue así como entonces reunidos allí, que poco a poco se
desarrollaría el desenlace.
En determinado momento la Zapatera y el Zapatero se quedan solos en
el escenario, palabras van y vienen que el guión continuó
hasta que se vela el secreto que aquel viajante guardaba. Y era lógico
de esperar, este Señor resultó ser nuestro protagonista,
el famoso Zapatero. Reunidos en un abrazo dan punto final a esta recreación
del texto que traspasa las épocas.